Siguiendo un guión
Te suena eso de “5 alimentos que no pueden faltar en tu dieta”, “3 propuestas de vacaciones que no puedes dejar pasar”, “Si cambias estos hábitos serás más feliz”. Cada vez más y con mayor intensidad, incluso en ocasiones con formas un tanto agresivas, la red, los medios de comunicación y nuestro entorno nos dicen lo que tenemos que hacer dando por hecho que nos conocen mejor que nosotros mismos y que sin ninguna duda ellos tienen la fórmula de nuestro bienestar. En si esto no es un problema porque todo el mundo tiene derecho a dar su opinión, la cuestión radica en la credibilidad e importancia que damos nosotros a estas recomendaciones y/o predicciones. Si basamos nuestras decisiones en lo que sentencian los medios, ya estén relacionadas estas con el destino de las vacaciones de verano o con cuestiones personales de mayor relevancia, les estamos dando licencia para escribir el guión de nuestra vida.
En nuestro afán por facilitarnos el día a día hemos acabado vendiendo nuestra alma al diablo y ya no somos dueños de nuestras necesidades o deseos. Ante cualquier adversidad, incluyendo que cenaremos esta noche, recurrimos a consultar a la red, a los medios de comunicación o a los que nos rodean, y en última instancia, a nosotros. Me pregunto hasta que punto esta dependencia llega a facilitar nuestras vidas, ¿somos conscientes de en qué medida estas consultas facilitan nuestro estilo de vida? ¿o si en cambio nos lo complican más?
Te invito a que te aburras y a que disfrutes del aburrimiento, este suele ser un momento más clarificador de lo que imaginas, te invito a que tengas dudas y a que te quedes con ellas hasta que por ti mismo llegues a una conclusión, te invito a que seas más crítico y selectivo con lo que lees o escuchas por ahí, a que especialmente en las pequeñas cosas del día a día te escuches y no dejes que los demás te faciliten la elección porque tu eres esas pequeñas cosas. Si ni siquiera tú tienes tiempo para ti, ¿cómo crees que puede ser la calidad del tiempo que los otros te dedican?
¿Cuándo fue la última vez que seguiste tus instintos?, ¿cuándo fue la última vez que seguiste la recomendación que encontraste en cualquier lugar de la red? No es que la red o los medios de comunicación no dispongan de información interesante o de utilidad es que les consideramos el oráculo que todo lo sabe.
No temas tomar decisiones por ti y para ti.